El es, quizá, lo que necesitaba después de tanto rollo sin
sentido. Y seguramente el quizá, sobre. Digamos que, es la calma que viene
después de las tormentas. Y sí, ahora mismo, me encanta. Y más tarde..Dependerá
de si él sigue siendo mi tranquilidad o no. Claro que, dicen que la clama
precede la tormenta, lo cual no sería del todo malo, si él fuese también la
tormenta de después. Ya no necesito nada que vaya deprisa, tan deprisa que
cuando me de cuenta ya se haya acabado. Ni tampoco necesito ya todos esos
chicos que algún día he necesitado. Hoy, lo único que necesito es lo que él
puede ofrecerme. Ese cambio que tanta falta me hacía y que sin quererlo ni
beberlo, he encontrado. Todo, lo que un día odié, es lo que ahora amo. Esas
conversaciones ñoñas, esas cosas que hacen de nada, mucho; esos pequeños
detalles, las fechas para recordar...ya sabes, todo lo que tiene que ver con el
amor. Y es que no lo buscaba, pero encontré justo lo que quería. Y como dicen
que el amor no se busca, si no que aparece y punto, solo por una vez, voy a
hacer las cosas como es debido. No voy a adelantarme a nada, no voy a mirar el
reloj, no voy a pensar que dirá la gente. Voy a hacer lo que sienta a cada
momento, voy a tener más paciencia de la que nadie pueda imaginar, voy a hacer
las cosas a su ritmo, y sobre todo, voy a amarte como nunca nadie podrá hacerlo.
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