viernes, 6 de abril de 2012

Hoy he comprendido el por qué es mejor dejarse llevar, sin hacerles caso a ellos, a los que te quieren parar porque vas por el camino adecuado sólo y unicamente para llevarte por el contrario. Esa gente tiene envidia, me resulta gracioso ¿sabes? La gente se fija en lo que sabes hacer mejor que ellos y luego saca tus peores defectos sin darse cuenta de que seguramente pueda haber otras cosas que ellos sepan hacer que tu no. Extraño, lo sé. Ese comportamiento tan típico de la gente que sólo quiere conseguir eso que tan bien sabes hacer y que sólo quiere que desaprendas lo aprendido. Sí, exacto: envidia, envidiosos. Pero la única solución esta en ti, dentro de ti y de nadie más, tú sabes qué hacer y cómo, tienes que aprender y saber apreciar lo que tiene ahora, porque un día, sin más, sin previo aviso puede desaparecer y ya sabes el dicho de : ''Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde'' Y esa frase es el motivo por el que tenemos que aprender a apreciar esos pequeños detalles de esta vida; La gente que esta a tu al rededor, esos que te pretenden sacar una sonrisa con algo simple pero agradable, disfrútalo, piensa que, cada vez que hablas con alguien puede ser la última vez que lo hagas. Es algo como un poco impulsivo pero: vive la vida como si fuera tu último día aquí, no, no estoy hablando de tirarse por un puente o saltar de un avión pretendiendo volar, hablo de vivir tus sueños, sin pensar en las consecuencias, ya vendrán. Nos pasamos la vida pensando en un quiero pero no debo, hay tantos sentimientos que experimentar y tan poco tiempo...Amor, amistad, engaño, dolor, felicidad, alegría... Estoy harta de la gente que vive con prisas, que pita en los atascos como si así fuera a avanzar más deprisa, de aquellos que cruzan la carretera en un intento suicida de llegar pronto a algún lado en el que quizá no quisieran estar, de esos que dejan para mañana lo que pueden hacer hoy. De todos esos que te estropean la fiesta. De que el mundo vaya así de deprisa. Ya sabes, se nace y se muere solo, y en mitad de ese camino, quiero un rato divertido.

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