Por toda esa gente que con una simple sonrisa, me hacen feliz. Por cada
palabra de esas cartas que todavía guardo. Por cada mirada cómplice, que
aboca a mi sonrisa a pronunciarse. Por cada minuto que paso con la
gente que quiero, por cada caricia, sabes que han acabado muchas cosas.
Pero da igual, por lo menos, puedes tener el valor de decir que no te
has rendido, que lo has intentado.
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